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The Linguist. Una Guía Personal para el Aprendizaje de Idiomas, 9. UNA AVENTURA LINGÜÍSTICA. “Ciencias Po” (“Sciencies Po”)

Tuve la suerte de conseguir una beca del gobierno francés por dos años y me mudé a París donde ingresé a L'Institut d'Études Politiques (Escuela de Estudios Políticos). “Ciencias Po,” como se le llama a esta escuela, está situada cerca de la catedral de St. Germain, en el corazón del París medieval, justo en las afueras del Quartier Latin, o barrio de los estudiantes. Ciencias Po se jacta de sus muchos ilustres alumnos, entre ellos, el ex Primer Ministro canadiense Pierre Trudeau.

La cultura de enseñanza en Ciencias Po era diferente de la de Norteamérica. Se ponía énfasis en el aprendizaje de hechos y en poder organizarlos rápidamente según una fórmula consagrada. Todavía recuerdo cuando un profesor de leyes me dijo: “¡La forma es más importante que el contenido!”.

El método para organizar los pensamientos en “Sciences Po” era sencillo. Todo lo que usted quería decir debía encajar en la siguiente fórmula: Introducción, Primera Parte, Segunda Parte y Conclusión. Era importante que tanto la Primera Parte como la Segunda Parte tuvieran casi la misma longitud. En teoría, la Primera Parte presentaba un punto de vista o Tesis, la Segunda Parte presentaba una posición contraria o Antítesis, y la Conclusión presentaba una solución o Síntesis. Voilà!

Este énfasis en la presentación lógica y balanceada de la información es una disciplina útil para comunicarse en cualquier idioma. Esta técnica me ayudó a organizar mis ensayos y presentaciones orales en francés, que a pesar de todo seguía siendo un idioma extranjero para mí. Al escribir o hablar en una idioma extranjero, es fundamental contar con una fórmula básica para organizar las ideas, de otra manera, es muy probable que se vaya uno por las ramas por carecer de control sobre el nuevo idioma.

Lógicamente, escribir un informe comercial, un ensayo filosófico y un examen universitario requiere que usted organice su información de distintas maneras. Necesita ser más formal y estructurado que al conversar. Las estructuras elegidas para estos escritos varían de cultura en cultura. Sin embargo, cada vez que escribía en un idioma extranjero, y el francés fue el primero, sentía que cada oración que escribía era igual que mi lengua hablada. En mi mente no había diferencia entre la lengua escrita y la lengua hablada, a pesar de que sin duda había sólo una lengua. Siempre trataba de que ambas fueran lo más parecidas posible. Recomiendo este enfoque a todos los estudiantes de idiomas como una manera de mejorar la exactitud de la lengua escrita y la lengua hablada.

Los cursos en Ciencias Po eran muy estimulantes. Los oradores más importantes, como Jean-Baptiste Duroselle, hablaban para audiencias desbordantes. Nos enseñaban cantidades de hechos y los profesores eran muy concretos en sus opiniones, a menudo plagadas de ironía. No estaban interesados en las ideas de sus alumnos. Aún así, esta atmósfera me parecía más estimulante que la que había dejado atrás en la Universidad McGill. Los círculos intelectuales de habla inglesa canadienses son menos tolerantes de la originalidad genuina que los franceses. Éste es el caso, especialmente en estos tiempos de lo políticamente correcto. Creo que la causa es la tradición de aprendizaje más profunda y la mayor confianza intelectual de los franceses.

Para los franceses, lo importante es poder expresarse con elegancia y precisión. El examen más importante para los estudiantes de Ciencias Po era el Examen Oral, un ensayo hablado. Los estudiantes contaban con unos minutos para organizar una presentación de quince minutos, sobre un tema seleccionado al azar, ante un panel de prestigiosos profesores. Los estudiantes eran evaluados tanto por su habilidad para expresar sus opiniones de una manera lógica y balanceada como por el contenido en sí o la información que podían proporcionar.

En la actualidad existe una tendencia a enseñar la lengua hablada de una manera distinta a la escrita. Yo no estoy de acuerdo con este enfoque. El lenguaje hablado efectivo es similar al lenguaje escrito efectivo: claro, sencillo y elegante. Si bien es cierto que los hablantes nativos pueden ser un poco descuidados con su lenguaje oral, no creo que esto deba tomarse como modelo para los nuevos estudiantes. El uso de jerga y el exceso de coloquialismos no es recomendable para el hablante no nativo hasta que se sienta cómodo con el idioma. Los estudiantes deben, al menos, intentar hablar de la manera en la que escriben. Al hablar y al escribir en un idioma extranjero, siempre he tratado de utilizar las mismas oraciones claras y sencillas: evito el estilo demasiado informal al hablar y el demasiado complicado al escribir. De esta manera, la práctica escrita regular puede ser de gran ayuda para aprender a hablar correctamente.

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Tuve la suerte de conseguir una beca del gobierno francés por dos años y me mudé a París donde ingresé a L'Institut d'Études Politiques (Escuela de Estudios Políticos). “Ciencias Po,” como se le llama a esta escuela, está situada cerca de la catedral de St. Germain, en el corazón del París medieval, justo en las afueras del Quartier Latin, o barrio de los estudiantes. Ciencias Po se jacta de sus muchos ilustres alumnos, entre ellos, el ex Primer Ministro canadiense Pierre Trudeau.

La cultura de enseñanza en Ciencias Po era diferente de la de Norteamérica. Se ponía énfasis en el aprendizaje de hechos y en poder organizarlos rápidamente según una fórmula consagrada. Todavía recuerdo cuando un profesor de leyes me dijo: “¡La forma es más importante que el contenido!”.

El método para organizar los pensamientos en “Sciences Po” era sencillo. Todo lo que usted quería decir debía encajar en la siguiente fórmula: Introducción, Primera Parte, Segunda Parte y Conclusión. Era importante que tanto la Primera Parte como la Segunda Parte tuvieran casi la misma longitud. En teoría, la Primera Parte presentaba un punto de vista o Tesis, la Segunda Parte presentaba una posición contraria o Antítesis, y la Conclusión presentaba una solución o Síntesis. Voilà!

Este énfasis en la presentación lógica y balanceada de la información es una disciplina útil para comunicarse en cualquier idioma. Esta técnica me ayudó a organizar mis ensayos y

presentaciones orales en francés, que a pesar de todo seguía siendo un idioma extranjero para mí. Al escribir o hablar en una idioma extranjero, es fundamental contar con una fórmula básica para organizar las ideas, de otra manera, es muy probable que se vaya uno por las ramas por carecer de control sobre el nuevo idioma.

Lógicamente, escribir un informe comercial, un ensayo filosófico y un examen universitario requiere que usted organice su información de distintas maneras. Necesita ser más formal y estructurado que al conversar. Las estructuras elegidas para estos escritos varían de cultura en cultura. Sin embargo, cada vez que escribía en un idioma extranjero, y el francés fue el primero, sentía que cada oración que escribía era igual que mi lengua hablada. En mi mente no había diferencia entre la lengua escrita y la lengua hablada, a pesar de que sin duda había sólo una lengua. Siempre trataba de que ambas fueran lo más

parecidas posible. Recomiendo este enfoque a todos los estudiantes de idiomas como una manera de mejorar la exactitud de la lengua escrita y la lengua hablada.

Los cursos en Ciencias Po eran muy estimulantes. Los oradores más importantes, como Jean-Baptiste Duroselle, hablaban para audiencias desbordantes. Nos enseñaban cantidades de hechos y los profesores eran muy concretos en sus opiniones, a menudo plagadas de ironía. No estaban interesados en las ideas de sus alumnos. Aún así, esta atmósfera me parecía más estimulante que la que había dejado atrás en la Universidad McGill. Los círculos intelectuales de habla inglesa canadienses son menos tolerantes de la originalidad genuina que los franceses. Éste es el caso, especialmente en estos tiempos de lo políticamente correcto. Creo que la causa es la tradición de aprendizaje más profunda y la mayor confianza intelectual de los franceses.

Para los franceses, lo importante es poder expresarse con elegancia y precisión. El examen más importante para los estudiantes de Ciencias Po era el Examen Oral, un ensayo hablado. Los estudiantes contaban con unos minutos para organizar una presentación de quince minutos, sobre un tema seleccionado al azar, ante un panel de prestigiosos profesores. Los estudiantes eran evaluados tanto por su habilidad para expresar sus opiniones de una manera lógica y balanceada como por el contenido en sí o la información que podían proporcionar.

En la actualidad existe una tendencia a enseñar la lengua hablada de una manera distinta a la escrita. Yo no estoy de acuerdo con este enfoque. El lenguaje hablado efectivo es similar al lenguaje escrito efectivo: claro, sencillo y elegante. Si bien es cierto que los hablantes nativos pueden ser un poco

descuidados con su lenguaje oral, no creo que esto deba tomarse como modelo para los nuevos estudiantes. El uso de jerga y el exceso de coloquialismos no es recomendable para el hablante no nativo hasta que se sienta cómodo con el idioma. Los estudiantes deben, al menos, intentar hablar de la manera en la que escriben. Al hablar y al escribir en un idioma extranjero, siempre he tratado de utilizar las mismas oraciones claras y sencillas: evito el estilo demasiado informal al hablar y el demasiado complicado al escribir. De esta manera, la práctica escrita regular puede ser de gran ayuda para aprender a hablar correctamente.