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Curiosidades, ¿Qué es la cafeína? (slow speed)

La cafeína es la droga de consumo más popular del mundo. Se estima que una persona consume un promedio de 70 mg diarios de cafeína (el 54 % contenida en el café, el 43 % en el te y el restante 3 % en otras formas).

La cafeína es, naturalmente, una droga psicoactiva, lo que significa que tiene la potencialidad de alterar el pensamiento, el comportamiento y los estados de ánimos de las personas. Pertenece a la categoría química denominada xantinas, que son drogas estimulantes del sistema nervioso central. En su forma más pura la cafeína tiene forma de cristales de sabor amargo y se encuentra en muchas sustancias de uso cotidiano como el café, el té, el chocolate, las bebidas de cola y algunos preparados médicos (pastillas para el dolor de cabeza y analgésicos).

Un poco de historia La cafeína fue separada por primera vez del café en el año 1821. El café proviene originariamente de una planta de Etiopía. Fue introducido por primera vez en Arabia y en el resto de Oriente en el siglo IV después de Cristo.

Aparentemente las poblaciones nómades de Etiopía descubrieron la bebida del café cuando notaron que sus animales domésticos se volvían muy activos tras comer los frutos del árbol. Los nómades descubrieron que ellos también se sentían muy activos tras comer los frutos del árbol y comenzaron a preparar una bebida a partir de los granos tostados.

El café se utilizó en ceremonias religiosas y rituales, donde grupos de personas tomaban enormes cantidades de esta infusión y se pasaban noches enteras rezando y cantando.

Aproximadamente en el año 1573 el café se empezó a introducir a Europa, venciendo enormes resistencias. Las autoridades intentaron prohibirlo aludiendo que era una droga nueva y desconocida, pero todos los esfuerzos fracasaron.

Por su parte, el té fue introducido por primera vez en Inglaterra en el año 1657, y desde entonces se ha convertido en una institución.

Suiza elaboró en el año 1657 su primera barra de chocolate y las bebidas de cola comenzaron a aparecer a finales del siglo XIX.

La planta de café se cultiva actualmente en muchos países tropicales de todo el mundo y la producción, comercialización, posesión o consumo de cafeína no es objeto de prohibición alguna.

¿Cómo se consume y qué efectos tiene?

La cafeína se consume fundamentalmente por vía oral a través de la ingestión de productos como el café, el te, el chocolate o las bebidas de cola.

Cuando la cafeína se toma en forma líquida comienza a llegar a todos los tejidos del cuerpo al cabo de unos 5 minutos, alcanzando su máxima concentración en la sangre aproximadamente a los 30 minutos de ser ingerida.

Los efectos de la cafeína sobre las personas (así como del resto de drogas, tanto legales como ilegales) dependen de varios factores, como pueden ser las características de la sustancia y la forma en que se consume, las características personales como el peso, edad, estado de salud y de ánimo, así como la experiencia pasada como consumidor de la droga en cuestión.

No existe una acumulación en la sangre de la cafeína que se consume día a día, ya que el hígado metaboliza la mayor parte de ella.

El consumo de la cafeína contenida en dos tazas de café (de concentración común) puede producir efectos suaves como por ejemplo, un aumento del estado de alerta, de la temperatura corporal, de la presión sanguínea, de la producción de orina y de la segregación de ácidos gástricos. Al ser un estimulante, la cafeína puede ayudar a las personas a mantenerse despiertas. Tomada antes de ir a la cama puede provocar retardo en la aparición del sueño, un acortamiento del tiempo que se duerme o una disminución de la profundidad del sueño.

Entre las consecuencias más comunes del consumo de altas dosis de cafeína diarias (más de 600 mg u 8 tazas de café estándar) se encuentran los dolores de cabeza, el estado de nerviosismo, el insomnio, problemas estomacales y la posibilidad de diarreas. Estas dosis elevadas pueden producir niveles altos de azúcar en la sangre y niveles de acidez importantes en la orina.

Sin embargo, la mayoría de los adultos puede consumir en promedio de unos 300 mg de cafeína diarios, es decir, unas 4 tazas de café por día, sin sufrir ningún efecto negativo.

La cafeína es la droga de consumo más popular del mundo. Se estima que una persona consume un promedio de 70 mg diarios de cafeína (el 54 % contenida en el café, el 43 % en el te y el restante 3 % en otras formas).

La cafeína es, naturalmente, una droga psicoactiva, lo que significa que tiene la potencialidad de alterar el pensamiento, el comportamiento y los estados de ánimos de las personas. Pertenece a la categoría química denominada xantinas, que son drogas estimulantes del sistema nervioso central. En su forma más pura la cafeína tiene forma de cristales de sabor amargo y se encuentra en muchas sustancias de uso cotidiano como el café, el té, el chocolate, las bebidas de cola y algunos preparados médicos (pastillas para el dolor de cabeza y analgésicos).

 

Un poco de historia

La cafeína fue separada por primera vez del café en el año 1821. El café proviene originariamente de una planta de Etiopía. Fue  introducido por primera vez en Arabia y en el resto de Oriente en el siglo IV después de Cristo.

Aparentemente las poblaciones nómades de Etiopía descubrieron la bebida del café cuando notaron que sus animales domésticos se volvían muy activos tras comer los frutos del árbol. Los nómades descubrieron que ellos también se sentían muy activos tras comer los frutos del árbol y comenzaron a preparar una bebida a partir de los granos tostados.

El café se utilizó en ceremonias religiosas y rituales, donde grupos de personas tomaban enormes cantidades de esta infusión y se pasaban noches enteras rezando y cantando.

Aproximadamente en el año 1573 el café se empezó a introducir a Europa, venciendo enormes resistencias. Las autoridades intentaron prohibirlo aludiendo que era una droga nueva y desconocida, pero todos los esfuerzos fracasaron.

Por su parte, el té fue introducido por primera vez en Inglaterra en el año 1657, y desde entonces se ha convertido en una institución.

Suiza elaboró en el año 1657 su primera barra de chocolate y las bebidas de cola comenzaron a aparecer a finales del siglo XIX.

La planta de café se cultiva actualmente en muchos países tropicales de todo el mundo y la producción, comercialización, posesión o consumo de cafeína no es objeto de prohibición alguna.

 

¿Cómo se consume y qué efectos tiene?

La cafeína se consume fundamentalmente por vía oral a través de la ingestión de productos como el café, el te, el chocolate o las bebidas de cola.

Cuando la cafeína se toma en forma líquida comienza a llegar a todos los tejidos del cuerpo al cabo de unos 5 minutos, alcanzando su máxima concentración en la sangre aproximadamente a  los 30 minutos de ser ingerida.

Los efectos de la cafeína sobre las personas (así como del resto de drogas, tanto legales como ilegales) dependen de varios factores, como pueden ser las características de la sustancia y la forma en que se consume, las características personales como el peso, edad, estado de salud y de ánimo, así como la experiencia pasada como consumidor de la droga en cuestión.

No existe una acumulación en la sangre de la cafeína que se consume día a día, ya que el hígado metaboliza la mayor parte de ella.

El consumo de la cafeína contenida en dos tazas de café (de concentración común) puede producir efectos suaves como por ejemplo, un aumento del estado de alerta, de la temperatura corporal, de la presión sanguínea, de la producción de orina y de la segregación de ácidos gástricos. Al ser un estimulante, la cafeína puede ayudar a las personas a mantenerse despiertas. Tomada antes de ir a la cama puede provocar  retardo en la aparición del sueño, un acortamiento del tiempo que se duerme o una disminución de la profundidad del sueño.

Entre las consecuencias más comunes del consumo de altas dosis de cafeína diarias (más de 600 mg u 8 tazas de café estándar) se encuentran los dolores de cabeza, el estado de nerviosismo, el insomnio, problemas estomacales y la posibilidad de diarreas. Estas dosis elevadas pueden producir niveles altos de azúcar en la sangre y niveles de acidez importantes en la orina.

Sin embargo, la mayoría de los adultos puede consumir en promedio de unos 300 mg de cafeína diarios, es decir, unas 4 tazas de café por día, sin sufrir ningún efecto negativo.