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The Linguist. Una Guía Personal para el Aprendizaje de Idiomas, 40. LA ACTITUD DEL LINGÜISTA. Descubra el Idioma Naturalmente

Nosotros los ingleses, por vivir tan al norte, no abrimos lo suficiente nuestras bocas, en el aire frío, para hacerle honor a una lengua del sur.

– John Milton, 1644. Poeta inglés Cada idioma nuevo es una maravilla de la naturaleza que todos somos capaces de descubrir. El maestro sólo puede estimular, inspirar y guiar. Depende de usted, el estudiante, explorar el idioma y absorberlo gradualmente bajo sus propias condiciones. Debe confiar en que es algo natural para usted. Obviamente, Milton estaba equivocado al indicar que sus compatriotas del norte estaban físicamente impedidos para aprender idiomas del sur. Considerar el aprendizaje de idiomas como una tarea extraordinaria puede ser una visión destinada a cumplirse, y esto evitará que uno desarrolle su potencial. Si usted no está convencido de que puede hablar otro idioma, ciertamente no lo hará. Para poder lograrlo, usted debe creer que puede aprender. Acepte el hecho de que ha nacido con la habilidad para aprender un idioma nuevo, para ser un lingüista. Sólo tiene que encontrar la manera de desarrollar esta habilidad siendo un adulto.

En general, aceptamos que todos tenemos el mismo don para aprender nuestro idioma materno. ¿Por qué asumir que se requiere de un “don especial” para aprender un segundo idioma? Algunas personas han llegado a afirmar que para aprender idiomas es fundamental tener buen oído para la música. Un buen lugar para poner a prueba esta teoría es un bar karaoke, donde fácilmente se puede demostrar que no existe relación entre la habilidad para el canto y la habilidad para los idiomas. Todos podemos aprender si adoptamos la actitud correcta y si encontramos el método más apropiado para nosotros.

Algunas personas tienen mayores aptitudes para aprender idiomas que otras, pero esta habilidad innata para aprender no marca la diferencia decisiva en el éxito del aprendizaje de idiomas. ¿Por qué tantos holandeses o suecos son buenos para aprender idiomas, mientras que los alemanes y los ingleses –sin mencionar a los norteamericanos- en general no son tan buenos? ¿Por qué los franco-canadienses en general tienen más éxito para aprender inglés que los franceses que viven en Francia? ¿Por qué los chinos de Singapur en general hablan inglés mejor que los chinos que viven en China o aun en Hong Kong?

En mi opinión, la nacionalidad no determina que algunos tengan mejores aptitudes innatas que otros para aprender idiomas. Se trata, más bien, de la gran diferencia de actitud. Quienes logran hablar idiomas extranjeros dan por sentado que tendrán que comunicarse en otro idioma, y no lo toman como algo extraño. Es algo esperado. Para ellos es natural. Muchos holandeses o suecos saben que necesitan aprender otros idiomas ya que pocos extranjeros van a aprender holandés o sueco. De manera similar, mucha gente de Singapur y de Quebec saben que necesitan el inglés, y simplemente aceptan que hablarán inglés. No hay resistencia. Todas estas personas pueden visualizarse hablando inglés fluidamente.

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Nosotros los ingleses, por vivir tan al norte, no abrimos lo suficiente nuestras bocas, en el aire frío, para hacerle honor a una lengua del sur.

John Milton, 1644. Poeta inglés

Cada idioma nuevo es una maravilla de la naturaleza que todos somos capaces de descubrir. El maestro sólo puede estimular, inspirar y guiar. Depende de usted, el estudiante, explorar el idioma y absorberlo gradualmente bajo sus propias condiciones. Debe confiar en que es algo natural para usted. Obviamente, Milton estaba equivocado al indicar que sus compatriotas del norte estaban físicamente impedidos para aprender idiomas del sur. Considerar el aprendizaje de idiomas como una tarea extraordinaria puede ser una visión destinada a cumplirse, y esto evitará que uno desarrolle su potencial. Si usted no está convencido de que puede hablar otro idioma, ciertamente no lo hará. Para poder lograrlo, usted debe creer que puede aprender. Acepte el hecho de que ha nacido con la habilidad para aprender un idioma nuevo, para ser un lingüista. Sólo tiene que encontrar la manera de desarrollar esta habilidad siendo un adulto.

En general, aceptamos que todos tenemos el mismo don para aprender nuestro idioma materno. ¿Por qué asumir que se requiere de un “don especial” para aprender un segundo idioma? Algunas personas han llegado a afirmar que para aprender idiomas es fundamental tener buen oído para la música. Un buen lugar para poner a prueba esta teoría es un bar karaoke, donde fácilmente se puede demostrar que no existe relación entre la habilidad para el canto y la habilidad para los idiomas. Todos podemos aprender si adoptamos la actitud correcta y si encontramos el método más apropiado para nosotros.

Algunas personas tienen mayores aptitudes para aprender idiomas que otras, pero esta habilidad innata para aprender no marca la diferencia decisiva en el éxito del aprendizaje de idiomas. ¿Por qué tantos holandeses o suecos son buenos para aprender idiomas, mientras que los alemanes y los ingleses –sin mencionar a los norteamericanos- en general no son tan buenos? ¿Por qué los franco-canadienses en general tienen más éxito para aprender inglés que los franceses que viven en Francia? ¿Por qué los chinos de Singapur en general hablan inglés mejor que los chinos que viven en China o aun en Hong Kong?

En mi opinión, la nacionalidad no determina que algunos tengan mejores aptitudes innatas que otros para aprender idiomas. Se trata, más bien, de la gran diferencia de actitud. Quienes logran hablar idiomas extranjeros dan por sentado que tendrán que comunicarse en otro idioma, y no lo toman como algo extraño. Es algo esperado. Para ellos es natural. Muchos holandeses o suecos saben que necesitan aprender otros idiomas ya que pocos extranjeros van a aprender holandés o sueco. De manera similar, mucha gente de Singapur y de Quebec saben que necesitan el inglés, y simplemente aceptan que hablarán inglés. No hay resistencia. Todas estas personas pueden visualizarse hablando inglés fluidamente.