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Historias de nuestra Historia (España), Calígula, el emperador cruel

Su frase favorita era: "Que me odien con tal de que me teman." En otras ocasiones cuando hablaba con los dioses – porque él era un privilegiado, tenía esa suerte, tenía esa facultad, ese don el de hablar con los dioses eso es al menos lo que mantuvo durante toda su vida, su efímera vida – le decía al propio, al mismísimo Júpiter capitalino, le decía a Júpiter: "Súbeme o te hundiré". En otras ocasiones miraba a la luna llena, una luna llena como la que podemos tener en esta noche y hablaba con ella, la invocaba, se permitía el lujo de darle consejos. Su nombre era Cayo César, aunque pasó a la historia por su apelativo, por el mote que le dieron las tropas, los legionarios, sí, Calígulano era su nombre verdadero, Calígula era sólo un mote.

Y todo sucedió cuando su padre, el gran y culto general Germánico, le llevaba para pasar revista a las tropas, él tenía tan sólo tres o cuatro añitos. Su padre era perfecto, era un general perfecto, bien musculado, estupendamente valorado por sus legionarios, y le gustaba que su hijo, su hijo Cayo le acompañara en la revista de tropas. Bueno, pues el padre Germánico se vestía… eh... a la usanza, se vestía como un gran magister militum romano, pero encargó un traje idéntico para su hijo. Imaginad la situación: Germánico, subido en su caballo, majestuoso y a su lado un pequeñín, un pequeñín de cuatro años, pero ya vestido como un legionario, con su coraza, con todo perfectamente.Los legionarios le llamaban Calígula, porque Calígula es el diminutivo de Caligay, de las famosas sandalias claveteadas de los legionarios, así que ese es el verdadero nombre, Cayo César, pero el apelativo Calígula sin duda alguna le superó. Las pequeñas sandalias de aquel… de aquel muchacho cruel iban a dar mucho qué hablar, iban a pisar muchas cabezas, demasiadas cabezas y demasiadas personalidades.

Calígula ha pasado a la historia como uno de los emperadores más nefastos de todo el imperio romano. Él, junto a Nerón, dieron a Roma una leyenda negra de la que no se pudo sacudir en toda su historia, hasta que finalmente cayó en el año 477 D.C. y todavía aún se seguía hablando de los años crueles y despiadados deaquel infame llamado Calígula.

En los albores del Imperio Romano, el primero fue Octavio Augusto, el sobrino nieto de Julio César, Julio César, el arquitecto de Roma, el arquitecto de todo un imperio, elevado a la categoría de divinidad por su pueblo, aclamado, querido, pero Julio César fue asesinado, tomó el relevo Octavio, y Octavio cogió perfectamente todos los planos, todos los guiones, todos los diseños de Julio César y con ellos levantó un imperio. Finalmente en el año 14 D.C. Octavio Augusto era envenenado, envenenado por su mujer. Lidia le suministró aquellos higos, higos venenosos, higos que terminarían, que pondrían fin a la vida del primer emperador.

Octavio Augusto murió sin un heredero, pero con algunos hijos adoptivos, con algunos que ya estaban dispuestos para sustituirle.

Los hijos de Lidia iban a dar mucho qué hablar. Tiberio tomó muy gustoso el mando del imperio.

Durante años, el tacaño, el escrupuloso, el envenenador, el asesino Tiberio fue acabando con todos sus rivales, uno tras otro, no le importaba si eran de la familia, esa dinastía de los Julio Claudio, la dinastía Julio Claudio pues estuvo durante algunos años y dejó algunos emperadores, como el caso de Tiberio, posteriormente Calígula, luego Claudio, finalmente Nerón.

Pero Tiberio recelaba de todos, no quería... no quería ser envenenado, no quería ser asesinado, no lo soportaba, no quería tener traidores a su lado y así durante años, durante todos los años de su mandato, durante los años Augustos fue acabando con los enemigos, no gastaba un solo sestercio, esos años postreros le hemos recluido en la mágica isla de Capri, en un reducto formidable, en una fortaleza inexpugnable, rodeado por los pretorianos. ¿Quiénes eran los pretorianos? ¿Quiénes conformaban la guardia pretoriana? Eran los legionarios elegidos, los legionarios colatinos, los que custodiaban el emperador, una guardia creada por el propio Octavio Augusto y que daría mucho qué hablar en nuestra historia como luego veremos.

Los pretorianos custodiaban fieles y celosos a su emperador.

Pero en el palacio imperial iba creciendo una bestia, una hidra, una serpiente con muchas cabezas, el propio Tiberio sabía que estaba criando a una bestia, esa bestia tenía un nombre, Calígula.

Mientras Tiberio se afanaba por levantar un imperio, por consolidarlo, por darle más brillo, Calígula iba preparando ya su malva... sus malvados planes, iba preparando su futuro, él iba a ser el gran emperador, aquel que todos esperaban, por fin, el hijo de Germánico, el adorado, el aclamado Germánico. Germánico también había muerto envenenado a la edad de treinta y cuatro años, y todo esto Calígula lo había analizado escrupulosamente, había visto caer a su alrededor a todos los miembros o casi todos los miembros de la familia, los conspiradores, los traidores o algunos inocentes que simplemente había muerto por el hecho de tener alguna opción a ser emperador, Calígula lo había analizado todo, lo había estudiado todo, él no cometería errores, era conciente de la fatalidad de su linaje, entre los romanos ya se había acuñado alguna leyenda, se decía que cada emperador tendría una desgracia en su historia, en su biografía, Octavio Augusto había perdido tres legiones en Germania y eso lo comentaba el pueblo como autentica fatalidad, pero es que a Tiberio se le había hundido un anfiteatro con centenares de muertos, cada emperador tendría una historia negra y Calígula sabía que también tendría la suya, lo que ni siquiera podía sospechar es que la historia negra asignada para Calígula, era el propio Calígula.

Un joven enfermizo, un joven feo, su fealdad le abrumaba, le acomplejaba, era alto, espigado pero desgarbado, unas piernas zancudas y además… eh... con el vello que le cubría todo el cuerpo, eso siempre le provocó muchísimos… eh...traumas, muchos desaires, por si fuera poco la calvicie, la calvicie le empezaba a dominar, aquel que tenía que ser César – César significa cabellera – era calvo, tenía una... una calva muy... demasiado visible, procuraba esconderla, se colocaba pelucas, no quería que le vieran y desconfiaba de todo aquel que le miraba con aires de superioridad. Sí, Calígula empezaba ya a gestar sus futuras venganzas, siendo adolescente se colocaba esa peluca, se vestía como el vulgo, como la plebe y se escondía por las calles, por las calles de Roma, él na... había nacido en Anzio, el actual Anzio y había nacido un treinta y uno de Agosto del año doce.

Por tanto, siendo... adolescente, encontrándonos en la década de los treinta, ya inicia sus aventuras por las calles perdidas de Roma, le gustaba mucho frecuentar los prostíbulos, era amigo de las prostitutas, pero… eh... sus tendencias sexuales eran ambiguas porque tanto le gustaba una cosa como la otra, disfrutaba del sexo, sí, pero de una forma salvaje, de una forma atroz, golpeando a sus amantes.

Ya empezaba ahí a practicar la tortura.

Encontramos casos parecidos, pues a lo mejor buscando en la historia, ese siglo XVI ruso con Iván IV El Terrible, jovencitos… eh... rodeados por el poder, amparados por ese mismo poder y que disfrutaban enormemente con la maldad, sí, Calígula tenía la mirada atravesada, tenía la mirada perdida, lo único que le proporcionaba placer era el daño ajeno, era hacer, sentir, padecer el dolor a los demás.

Años más tarde cuando torturaba a sus víctimas, decía siempre a los verdugos: "hiérele, hiérele y haz sentir la muerte en él, haz que sienta la muerte". Entre el año treinta y tres y el treinta y nueve se casó en cuatro ocasiones, mejor dicho en cinco, cuatro legales y una boda colemaita con su propia hermana Lucila.

Aún así sus mujeres no tuvieron suerte, dos fueron repudiadas de inmediato, nos referimos a Claudia o a Libia, otra murió pronto, murió en un parto, es el caso de Paulina.

Mientras que Mina, pues aguantó un poquito más porque realmente estuvo enamorado de ella, Mina o Milona.

Cuando se casó con Milona ésta estaba embarazada de ocho meses, todo el mundo sabía que el hijo que estaba esperando Milona no era de Calígula, pero a él le importó poco porque cuando nació – entonces hasta dónde llegaba su maldad – cuando nació una niña y le gustaba esa niña, le gustaba pensar que esa niña era suya, simplemente porque se fijó en el pequeño detalle de que a la niña, a la que puso de nombre Drusila, Julia Drusila, pues le gustaba arañar los ojos a otros niños, eso le satisfacía plenamente y por eso pensaba que la hija era suya sin duda alguna, una niña que le gustaba ya provocar el mal, el daño en los demás, debía ser hija de Calígula.

Nos encontramos en el año treinta y siete, el dieciséis de Marzo del año treinta y siete, Calígula está a punto de ser nombrado emperador y todo por la muerte de Tiberio, sí, Tiberio iba a morir, en uno de los habituales excesos de Tiberio, excesos de… de sexo, excesos de vino y de comida, el emperador entra en coma, queda postrado, aletargado en su cama, los pretorianos estaban apesadumbrados, están temerosos, ¿qué pasará? se cuestiona incluso la propia realidad del imperio, sí, el emperador está en coma y todos piensan en Calígula, en el heredero, porque Tiberio había tenido que adoptar a Calígula, también estaba Tiberio Gemelo pero ése no contaba tanto, era muy pequeño, el hijo de Germánico era el ideal, los legionarios querían al hijo del héroe, querían que fuera su emperador y Tiberio estaba en coma, Tiberio no despertaba, pero cuando estaban a punto de realizarse los fastos por la proclamación de Calígula, Tiberio despertó, despertó en su cama, Calígula, conocedor del hecho – y aquí entra también en juego la leyenda, porque nunca se sabrá realmente lo que ocurrió –Calígula al parecer ordenó el asesinato de Tiberio, aunque otros dicen – y esto hay quien lo asegura muy firmemente – que fue el propio Calígula el que llegó a la estancia del in... del emperador y él mismo le estranguló, le asfixió. Acabó con la vida de Tiberio, de su protector, nadie podía impedir ya que Calígula fuera elevado a la categoría de emperador, el Imperato, eso se produjo el dieciocho de Marzo del año treinta y siete, tenía veinticuatro años.

Comenzaba el imperio del terror, tres años, diez meses y ocho días, y los comienzos no fueron malos, los legionarios, la guardia pretoriana pues vitoreó a su nuevo imperato, a su nuevo emperador, estaban contentos, era el hijo de Germánico, era el hijo de un gran general, seguro que eso lo llevaría en la sangre, pero la sangre de Calígula estaba emponzoñada, estaba envenenada y llegamos a la fatalidad, antes de esa fatalidad, antes de ese Octubre del treinta y siete, hay que decir que en los primeros seis meses de Calígula, sí que es cierto que abría un poco la mano, Tiberio había sido muy tacaño, excesivamente tacaño, había guardado minuciosamente miles de millones de sestercios, Calígula… eh...levantó prohibiciones, por ejemplo, Tiberio había prohibido los juegos porque eran muy caros, pero Calígula quiso celebrar su proclamación y empezó a permitir juegos por toda Roma, por todo el imperio, además, bajo los tributos y permitió algunas libertades, por ejemplo, a la aristocracia y a la clase militar, eso le granjeó muchísimas amistades, todos estaban convencidos de que habían hecho lo mejor, habían dejado llegar al poder al gran Calígula, se las prometían muy felices, Roma estaba esplendorosa, los juegos vibraban o hacían vibrar al populacho y Calígula disfrutaba enormemente, fue entonces cuando empezó a concebir la idea de la divinidad, un emperador tan magnánimo con su pueblo, un emperador tan condescendiente con su pueblo, ¿acaso no merece ser dios? Siempre a los... a los gobernantes… eh... se les había entregado esa categoría de divinidad pero una vez fallecidos, pero, ¿por qué no serlo vivo? ¿Porqué no hacer un dios vivo? ¿Acaso Roma no es el poder más grande de la Tierra? ¿Acaso Roma no domina al mundo conocido? ¿Por qué no puedo ser dios de todos los que domino?

Eso durante los primeros seis meses, pero en Octubre del año treinta y siete, con veinticinco años, Calígula entró en una crisis severísima, nadie supo dar explicación de lo que le estaba pasando al imperatos, la espuma inundaba su boca, los temblores recorrían el cuerpo, la mirada quedaba desorbitada y perdida en el infinito, nadie sabía lo que le estaba pasando a Calígula. ¿Acaso nuestro emperador está a punto de morir? Siglos más tarde, la ciencia y ya incluso los propios cronistas de la época hablaban de epilepsia, pero hay tres hipótesis para explicar la... la fatalidad que inundó el cerebro de Calígula, una nos hablaría de la encefalitis, una inflamación aguda, severísima del cerebro para la que entonces no había… no había cura posible, la encefalitis ponía a la víctima, ponía al enfermo al borde de la locura, esa es una... de las explicaciones que se ha dado al comportamiento de Calígula. Otra hipótesis nos hablaría de la esquizofrenia, tampoco había explicación, los esquizofrénicos incluso se creía que estaban tocados por los seres endemoniados. La hipótesis más loable, la más certera, nos puede hablar de una epilepsia al lóbulo temporal, que además, los síntomas son muy parecidos a los de la esquizofrenia, esa epilepsia acompañaría a Calígula durante toda su vida, tuvo frecuentes accesos, tuvo muchas recaídas y siempre tardaba horas, días en recuperarse y después de cada ataque de epilepsia volvía con más ferocidad al mundo real. Apenas podía dormir, tan sólo el día que lo conseguía podía dormir unas tres horas, tres horas era lo máximo y además tres horas llenas, cubiertas por la pesadilla, cubiertas por… mente disparatada, cubiertas por un sentimiento de maldad, monstruos que le visitaban cada noche, él decía: "me vienen a visitar los monstruos y me indican que siga, que siga dominando, matando, odiando.” Como podeís observar, una mente…eh... atormentada, una mente llena de traumas posiblemente infantiles, una mente llena de complejidad. ¿Pero estaba loco Calígula? No hay que descartar ese tema, no hay que descartar esa hipótesis, pero también hay que pensar que era una... una época llena de rencor, llena de traición, llena de sublevaciones, no hay que descartar entonces que Calígula lo único que pretendía era... fuera limpiar de enemigos todo su entorno, tal y como había hecho Tiberio, tal y como había hecho Octavio, pero lo llevó a un extremo tan cruel que no es de extrañar que haya pasado por eso a la historia, fijaos que él… eh... como ser ha dicho era alto, desgarbado y velludo con todo el cuerpo cubierto por el vello y calvo y esto provocaba que mirara con envidia a los jóvenes, a los propios jóvenes de su edad que tenían una hermosa cabellera, cuando iba por una calle y veía a un joven de hermosa cabellera ordenaba inmediatamente que le pelaran al cero, que le dejaran calvo como él, que nadie tuviera una cabellera hermosa, por ejemplo, prohibió bajo pena de muerte la palabra “cabra”, no se podía pronunciar la palabra “cabra” en su presencia, y es muy sencillo, él pensaba que se parecía a una cabra, las cabras que eran patilargas y velludas, pues él cuando las veía, cuando las miraba, tenía la… la sensación de ser como ellas, de ser una cabra, por eso cada uno, cada uno que dijera “cabra” moría ejecutado. Así era la mente de Calígula, comenzaron los desmanes del mes de Octubre del año treinta y siete, en tan sólo un año de mandato se gastó tres mil millones de sestercios, eso es más o menos como todo el tesoro que tenía Roma, tres mil millones de sestercios. Mandó construir una nave, un barco con incrustaciones de joyas y oro, un barco para él, para sus paseos.

Los dispendios eran exageradísimos, empezó a quedarse sin dinero, sin sestercios, así que… eh... subió, elevó los tributos, hizo pagar impuestos a las prostitutas, incluso creó un prostíbulo en el propio palacio imperial, así…eh... no necesitaba cobrar impuestos porque ya era el propio empresario… eh...era, yo digo, amigo de las prostitutas, pero claro, esas tenían que pagar los... los ***.

También…eh... pues ideó una fórmula amistosa para heredar todas las fortunas de Roma, cuando se enteraba que algún aristócrata se había enriquecido, cuando constataba que alguien era más rico de lo normal, le ordenaba directamente que le nombrara su heredero, así Calígula se convirtió en el heredero de toda Roma, cada vez que fallecía – porque lo normal que nada mas proclamarme, proclamarle su heredero, el rico falleciera por asesinato normalmente – pues claro, Calígula ordenaba que rápidamente la fortuna del fallecido pasara a su... a su arca. Fijaos el clima de psicosis, el clima de histeria que se iba generando en la sociedad romana, todos estaban atemorizados, todos estaban acongojados por la actitud de Calígula y éste no parecía parar, no quería parar. ¿Hasta dónde sería capaz? ¿De qué sería capaz?

Calígula el temible, Calígula el temido, Calígula el insaciable, se fijó en su hermana, en su querida hermana Drusila, con ella concibió un imperio, un imperio grande, inmenso dominado por los dos dioses, sí, porque iban a ser dioses, Drusila quedó embarazada, quizás las circunstancias – vamos a decirlo todo – eh...porque… eh... Calígula había... realizado, había practicado el acto sexual con sus tres hermanas, las tres, sí, porque las dos primeras – luego que las condenaría por cierto a... a cárcel, a prisión en una isla, una isla recóndita – bueno, las dos primeras nada, pero la última… eh... Drusila, la más joven, pues Calígula estaba enamorado profundamente de su hermana y se casó con ella, como no estaba permitido casarse entre hermanos, pues buscó en los rituales tolemaicos… eh... los rituales llevados por Alejandro Magno a Egipto y buscó en Egipto la solución a su problema y encontró que efectivamente en esos rituales tolemaicos, los hermanos se podían casar, tal y como lo había hecho Cleopatra y su hermano. Bueno, pues ordenó un ritual, un ritual tolemaico y se casó con Drusila. Drusila tenía más miedo que vergüenza y quedó embarazada, aquí viene algo terrible en la historia de Calígula. Calígula que también… eh... se presumía que tenía ataques de ansiedad, pues tenía eso, una terrible ansiedad, un terrible estrés por saber cómo sería su heredero, no pudo esperar, Drusila estaba embarazada de ocho meses, en una noche, en una noche terrible, Calígula se presentó en los aposentos de Drusila y sin mediar palabra – o si lo hizo tampoco se supo – rajó de arriba a abajo a su hermana, rajó a su hermana y extrajo el feto, de esa manera acabó la dulce Drusila y su heredero, porque los dos murieron. Una historia tremenda. Le gustaba por ejemplo… eh... ya que estaba en... muy metido en todo lo que fue la... la sociedad alejandrina, la sociedad tolemaica en Egipto, le gustaba disolver perlas, perlas y... y comerlas con… con vinagre, cogía un vaso de vinagre, disolvía las perlas y se lo tomaba, pensaba que le venía muy bien, porque lo había aprendido de lo que hacía Cleopatra, Cleopatra hacía lo mismo, tomaba esas perlas disueltas en vinagre, bueno, pues durante toda su vida… eh... Calígula estuvo tomando perlas disueltas y ah, qué fortuna se bebió el... el señorito, perlas con vinagre, eso era lo que tomaba, era su bebida favorita, pero también le gustaba comer y comía con una de sus mayores distracciones, esta... distracción no era otra sino la de colocar… eh... presos, presos delante de su mesa y mientras que él ingería las viandas, mientras que él bebía vino, pues se reía a mandíbula batiente viendo como torturaban a esos presos, queda reflejado en una crónica que en una ocasión mandó cortar las manos a un preso y con esas manos ordenó crear una especie de colgante, un colgante que colocaron en el cuello del… del infortunado, hicieron a este pobre hombre pasearse delante de la mesa de Calígula y éste, pues mientras que veía al preso desangrarse se lo pasaba pipa comiendo, comiendo y comiendo. Eso cuando no practicaba el acto sexual delante del verdugo y del torturado. Le gustaba mucho deshacer bodas, fue el caso de… de su tercera mujer, cuando... en el día de su boda estaba a punto de desposarse con el elegido, se presentó en la boda, ordenó parar la ceremonia y dijo: "esta mujer será para mí, y así se va a quedar.” Cuando tenía un banquete, cuando tenía una celebración y… y uno se fijaba en la... en la mujer de algún amigo, la elegía, la señalaba, indicaba un aposento, se iba con ella y si no le placía, si no disfrutaba con el sexo, si no le gustaba la señora en cuestión, ordenaba que inmediatamente su amigo se divorciara de ella porque si no servía para el emperador, pues tampoco por ende para él. Todos sentían miedo ante la presencia de Calígula. Había una frase protocolaria, una frase que decían todos los ciudadanos de Roma ante el emperador que más o menos venía a decir: "emperador, yo por ti daría mi vida en el circo" era una frase protocolaria, no tenía más sentido, simplemente por decir que estarían dispuestos a ofrecer su vida por el emperador, lo que pasa que en presencia de Calígula esto, pues no sé si era muy adecuado, porque efectivamente, muchas veces tomaba la palabra. Llegaba el aristócrata, el senador de turno, decía la famosa frase "emperador, yo por ti daría mi vida en el circo, en las arenas del circo" y Calígula decía sin inmutarse:"hazlo". Y ya os puedes figurar cómo terminaba el senador o el aristócrata o quien fuera, porque... era otra de sus distracciones pues… eh... mandar a... a las minas o a la construcción de calzadas a los senadores más reacios a su régimen de terror, se lo pasaba pipa. En una ocasión… eh... ante la inauguración de un puente, invitó a muchísimos, a muchísimos notables de la ciudad a subir a un barco, a su gran barco, a su barco con incrustaciones de… de metales preciosos, oro, plata, joyas y cuando estaba el barco a rebozar de gente en mitad del río, ordenó lanzarles a todos al agua, los lanzaron al agua, muchos murieron ahogados, otros intentaron subir al barco pero bueno… eh... la orden que dio Calígula fue: "dadles con los remos" Y así cientos, miles de víctimas durante sus casi cuatro años, claro, un hombre tan… eh... grande, tenía que ser una divinidad, tenía que ser un dios, el alter ego de Júpiter nada más y nada menos, ordenó levantar un templo en su honor, era un dios viviente, el primer dios viviente de Roma, una imagen de oro, una estatua de oro, un fiel reflejo de Calígula – hombre, supongo que algo... más retocada, ¿no? – la orden era muy tajante: “todos los días, la estatua debe ser vestida con un ropaje idéntico al que yo me ponga,” os podéis imaginar cómo eran las mañanas en Roma, todos pendientes de la ropa del emperador, para ir corriendo a la estatua del templo y colocarle el mismo ropaje. Dicen que Calígula se encargaba todos los días de comprobar que la estatua llevaba su misma ropa.

Luego, pues nos asombraba a todos con sus conversaciones. Sus conversaciones con las deidades, en las noches hablaba a la luna, le daba consejos, le mandaba recuerdos, le pedía alguna cosa, pero su... su momento más emocionante era cuando hablaba con Júpiter – ¿para que nos vamos a andar con carandajas? – hablaba con Júpiter, le decía: "súbeme o te hundiré" le trataba de tú a tú, claro, eran iguales, en una ocasión le preguntó un senador, le dijo: "¿tú puedes ver a la luna? ¿Tú puedes ver… eh... la diosa luna? ¿Tú puedes ver a Júpiter?" eh... claro… eh... Calígula se lo dijo en un tono como para que el senador dijera: "pues sí, sí, sí... eh... y están a tu lado,es maravilloso comprobar como sois los dioses," pero no, el senador era veterano, era inteligente y dijo: "no, señor, no, emperador, no puedo verles, eso sólo es un privilegio de vosotros los dioses vivos." Eso le salvó, pues claro, reconoció que su emperador era un dios viviente.

Tenía un caballo, la famosa... la famosa historia del caballo, un caballo al que mandó crear para él, mandó construir para él una cuadra de mármol, de mármol puro, el pesebre de ese caballo era de marfil, de marfil auténtico, de marfil... inmenso, majestuoso, el caballo era su mejor caballo de carreras, se llamaba Incitatus. Incitatus era veloz como el viento, galopaba con equilibrio, el equilibrio que le faltaba a su dueño. Tenía mantones púrpura, tenía joyas, incluso el propio Calígula comentó muy ufano, muy divertido, que le iba a nombrar cónsul, que sin duda alguna su caballo Incitatus era más inteligente que sus cónsules o senadores.

No sabemos qué fue de Incitatus, espero que corriera muy bien, porque supongo quea la mínima… a la mínima traba, Incitatus se quedaría sin pesebre de marfil, elfamoso caballo de Calígula, Incitatus.

No era buen militar, pero tuvo que hacer una campaña claro, sus predecesores habían hecho estupendas y magníficas campañas militares, él en consecuencia ordenó movilizar dos legiones y con ellas en el año treinta y nueve partió rumbo a Germania. El principal propósito era conquistar Britania, pero no lo consiguió, no se sabe si por miedo o por vergüenza, o porque no tenía suficientes efectivos, como que no estaban... motivados. Lo cierto que la campaña militar, la única campaña militar de Calígula se convirtió en una farsa, en una obra teatral, no consiguió apenas victorias y lo único que hizo destacado fue decir a sus legionarios – cuando llegaron a la costa – que recogieran un montón enorme, un montón y gente de conchas marinas, luego, a su regreso, capturó algunos galos, los irrebatibles galos de siempre, y bueno, pues para hacer ver como que había derrotado a los germanos – cosa que no... no había sido así – pues ordenó disfrazarlos de germanos y con esa farsa se presentó en Roma.

Dicen que volvió más agrio que nunca. Había fracasado como militar y su padre Germánico, su padre había sido el mejor militar de Roma. Calígula estaba atormentado, comido por la enfermedad, comido por la locura y encima fracasado como hijo al no poder emular al padre.

Estaba destrozado, ya no estaba con él Drusila, no tenía nada a lo que aferrarse, y empezó a cebar su odio con la población de Roma, ejecutaba, masacraba, torturaba, los pretorianos no lo podían soportar, veían comprometida incluso su propia existencia.

En una de las últimas conspiraciones, los pretorianos entraron en conjura, “no levamos a consentir, no le vamos a permitir ni una sola más.” Nos encontramos en el mes de Enero del año cuarenta y uno, Calígula, Cayo César, tiene veintiocho años, tan solo veintiocho años, y a sus espaldas miles de víctimas, después de la celebración de unos juegos palatinos, Calígula se dirige hacia sus estancias de sus aposentos, en un estrecho pasillo le esperan algunos miembros de la guardia pretoriana. Sin esperar más, viendo cómo llegaba al cuerpo de aquel larguirucho emperador, de aquel cruel emperador, un legionario le seccionó parte del cuello, otro le hundió su espada en el pecho y finalmente hasta treinta, hasta treinta cortes recibió Calígula.

La frase del primer guardia pretoriano, del primer pretoriano fue: "aquí está lo que habíamos acordado" eso fue lo primero que dijo uno, los demás le masacraron al grito de "dale una vez más, dale una vez más, dale una vez más," era una de las frases favoritas de Calígula en el circo romano. Le gustaba mucho el circo, le gustaban mucho los gladiadores. Una de sus distracciones, por cierto, era cuando daba el sol, cuando el sol se presentaba con su máximo poder, era quitar los toldos para que el sol cayera a plomo entre la muchedumbre, se provocaban insolaciones, se caían los cuerpos y Calígula lo pasaba muy bien. Otro de los juegos era lanzar alguna riqueza, algún oro sobre los senadores para provocar avalanchas humanas y que murieran decenas de personas, y su frase "dale una vez más" con esa murió el terrible, el déspota, el cruel Calígula. Los pretorianos buscaron por palacio, Calígula había muerto, las siguientes víctimas de los pretorianos fueron la última mujer y la hija de Calígula, esa misma noche murieron los tres, pero... el imperio estaba comprometido porque ya se hablaba de... pues de los eruditos, ya se hablaba muy alto sobre la instauración, la restauración de la república, los pretorianos no lo podían consentir, era la facción más dura del ejército, no podían consentir que regresara la república. Los pretorianos buscaron – porque sabían que había alguien en palacio, alguien que podía subir el imperio romano, el mando del imperio romano – y lo encontraron lloriqueando detrás de unas cortinas, era Claudio. Claudio era tío de Calígula y Calígula no había... no se había desecho de su tío porque le divertía mucho, Calígulo eh... eh... Calígula pues siempre buscaba diversión y en su tío Claudio la había encontrado, Claudio era cojo, era tartamudo, tenía muchos tics y eso provocaba la diversión del joven, eso le permitió a Claudio seguir vivo y eso permitió a Claudio llegar a ser emperador, era el único que quedaba con vida de toda la dinastía Julio Claudio, los pretorianos lo sabían y por eso le habían elegido como emperador títere.

Los pretorianos nombraron, proclamaron a Claudio, Claudio no fue tan tonto como se pensaba y durante unos años supo aguantar hasta que finalmente murió envenenado como tantos, las setas fueron en esta ocasión.

La historia del imperio romano, la historia de ese primer siglo después de Cristo, la historia del atroz Calígula, las pequeñas sandalias prebeteadas que tanto hicieron padecer a las calzadas del imperio romano.

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Su frase favorita era: "Que me odien con tal de que me teman." En otras ocasiones cuando hablaba con los dioses – porque él era un privilegiado, tenía esa suerte, tenía esa facultad, ese don el de hablar con los dioses eso es al menos lo que mantuvo durante toda su vida, su efímera vida – le decía al propio, al mismísimo Júpiter capitalino, le decía a Júpiter: "Súbeme o te hundiré".

 

En otras ocasiones miraba a la luna llena, una luna llena como la que podemos tener en esta noche y hablaba con ella, la invocaba, se permitía el lujo de darle consejos. Su nombre era Cayo César, aunque pasó a la historia por su apelativo, por el mote que le dieron las tropas, los legionarios, sí, Calígulano era su nombre verdadero, Calígula era sólo un mote.

 

Y todo sucedió cuando su padre, el gran y culto general Germánico, le llevaba para pasar revista a las tropas, él tenía tan sólo tres o cuatro añitos. Su padre era perfecto, era un general perfecto, bien musculado, estupendamente valorado por sus legionarios, y le gustaba que su hijo, su hijo Cayo le acompañara en la revista de tropas. Bueno, pues el padre Germánico se vestía… eh... a la usanza, se vestía como un gran magister militum romano, pero encargó un traje idéntico para su hijo. Imaginad la situación: Germánico, subido en su caballo, majestuoso y a su lado un pequeñín, un pequeñín de cuatro años, pero ya vestido como un legionario, con su coraza, con todo perfectamente.Los legionarios le llamaban Calígula, porque Calígula es el diminutivo de Caligay, de las famosas sandalias claveteadas de los legionarios, así que ese es el verdadero nombre, Cayo César, pero el apelativo Calígula sin duda alguna le superó. Las pequeñas sandalias de aquel… de aquel muchacho cruel iban a dar mucho qué hablar, iban a pisar muchas cabezas, demasiadas cabezas y demasiadas personalidades.

 

Calígula ha pasado a la historia como uno de los emperadores más nefastos de todo el imperio romano. Él, junto a Nerón, dieron a Roma una leyenda negra de la que no se pudo sacudir en toda su historia, hasta que finalmente cayó en el año 477 D.C. y todavía aún se seguía hablando de los años crueles y despiadados deaquel infame llamado Calígula.

 

En los albores del Imperio Romano, el primero fue Octavio Augusto, el sobrino nieto de Julio César, Julio César, el arquitecto de Roma, el arquitecto de todo un imperio, elevado a la categoría de divinidad por su pueblo, aclamado, querido, pero Julio César fue asesinado, tomó el relevo Octavio, y Octavio cogió perfectamente todos los planos, todos los guiones, todos los diseños de Julio César y con ellos levantó un imperio. Finalmente en el año 14 D.C. Octavio Augusto era envenenado, envenenado por su mujer. Lidia le suministró aquellos higos, higos venenosos, higos que terminarían, que pondrían fin a la vida del primer emperador.

 

Octavio Augusto murió sin un heredero, pero con algunos hijos adoptivos, con algunos que ya estaban dispuestos para sustituirle.

 

Los hijos de Lidia iban a dar mucho qué hablar. Tiberio tomó muy gustoso el mando del imperio.

 

Durante años, el tacaño, el escrupuloso, el envenenador, el asesino Tiberio fue acabando con todos sus rivales, uno tras otro, no le importaba si eran de la familia, esa dinastía de los Julio Claudio, la dinastía Julio Claudio pues estuvo durante algunos años y dejó algunos emperadores, como el caso de Tiberio, posteriormente Calígula, luego Claudio, finalmente Nerón.

 

Pero Tiberio recelaba de todos, no quería... no quería ser envenenado, no quería ser asesinado, no lo soportaba, no quería tener traidores a su lado y así durante años, durante todos los años de su mandato, durante los años Augustos fue acabando con los enemigos, no gastaba un solo sestercio, esos años postreros le hemos recluido en la mágica isla de Capri, en un reducto formidable, en una fortaleza inexpugnable, rodeado por los pretorianos. ¿Quiénes eran los pretorianos? ¿Quiénes conformaban la guardia pretoriana? Eran los legionarios elegidos, los legionarios colatinos, los que custodiaban el emperador, una guardia creada por el propio Octavio Augusto y que daría mucho qué hablar en nuestra historia como luego veremos.

 

Los pretorianos custodiaban fieles y celosos a su emperador.

 

Pero en el palacio imperial iba creciendo una bestia, una hidra, una serpiente con muchas cabezas, el propio Tiberio sabía que estaba criando a una bestia, esa bestia tenía un nombre, Calígula.

 

Mientras Tiberio se afanaba por levantar un imperio, por consolidarlo, por darle más brillo, Calígula iba preparando ya su malva... sus malvados planes, iba preparando su futuro, él iba a ser el gran emperador, aquel que todos esperaban, por fin, el hijo de Germánico, el adorado, el aclamado Germánico. Germánico también había muerto envenenado a la edad de treinta y cuatro años, y todo esto Calígula lo había analizado escrupulosamente, había visto caer a su alrededor a todos los miembros o casi todos los miembros de la familia, los conspiradores, los traidores o algunos inocentes que simplemente había muerto por el hecho de tener alguna opción a ser emperador, Calígula lo había analizado todo, lo había estudiado todo, él no cometería errores, era conciente de la fatalidad de su linaje, entre los romanos ya se había acuñado alguna leyenda, se decía que cada emperador tendría una desgracia en su historia, en su biografía, Octavio Augusto había perdido tres legiones en Germania y eso lo comentaba el pueblo como autentica fatalidad, pero es que a Tiberio se le había hundido un anfiteatro con centenares de muertos, cada emperador tendría una historia negra y Calígula sabía que también tendría la suya, lo que ni siquiera podía sospechar es que la historia negra asignada para Calígula, era el propio Calígula.

 

Un joven enfermizo, un joven feo, su fealdad le abrumaba, le acomplejaba, era alto, espigado pero desgarbado, unas piernas zancudas y además… eh... con el vello que le cubría todo el cuerpo, eso siempre le provocó muchísimos… eh...traumas, muchos desaires, por si fuera poco la calvicie, la calvicie le empezaba a dominar, aquel que tenía que ser César – César significa cabellera – era calvo, tenía una... una calva muy... demasiado visible, procuraba esconderla, se colocaba pelucas, no quería que le vieran y desconfiaba de todo aquel que le miraba con aires de superioridad. Sí, Calígula empezaba ya a gestar sus futuras venganzas, siendo adolescente se colocaba esa peluca, se vestía como el vulgo, como la plebe y se escondía por las calles, por las calles de Roma, él na... había nacido en Anzio, el  actual Anzio y había nacido un treinta y uno de Agosto del año doce.

 

Por tanto, siendo... adolescente, encontrándonos en la década de los treinta, ya inicia sus aventuras por las calles perdidas de Roma, le gustaba mucho frecuentar los prostíbulos, era amigo de las prostitutas, pero… eh... sus tendencias sexuales eran ambiguas porque tanto le gustaba una cosa como la otra, disfrutaba del sexo, sí, pero de una forma salvaje, de una forma atroz, golpeando a sus amantes.

 

Ya empezaba ahí a practicar la tortura.

 

Encontramos casos parecidos, pues a lo mejor buscando en la historia, ese siglo XVI ruso con Iván IV El Terrible, jovencitos… eh... rodeados por el poder, amparados por ese mismo poder y que disfrutaban enormemente con la maldad, sí, Calígula tenía la mirada atravesada, tenía la mirada perdida, lo único que le proporcionaba placer era el daño ajeno, era hacer, sentir, padecer el dolor a los demás.

 

Años más tarde cuando torturaba a sus víctimas, decía siempre a los verdugos: "hiérele, hiérele y haz sentir la muerte en él, haz que sienta la muerte".

 

Entre el año treinta y tres y el treinta y nueve se casó en cuatro ocasiones, mejor dicho en cinco, cuatro legales y una boda colemaita con su propia hermana Lucila.

 

Aún así sus mujeres no tuvieron suerte, dos fueron repudiadas de inmediato, nos referimos a Claudia o a Libia, otra murió pronto, murió en un parto, es el caso de Paulina.

 

Mientras que Mina, pues aguantó un poquito más porque realmente estuvo enamorado de ella, Mina o Milona.

 

Cuando se casó con Milona ésta estaba embarazada de ocho meses, todo el mundo sabía que el hijo que estaba esperando Milona no era de Calígula, pero a él le importó poco porque cuando nació – entonces hasta dónde llegaba su maldad – cuando nació una niña y le gustaba esa niña, le gustaba pensar que esa niña era suya, simplemente porque se fijó en el pequeño detalle de que a la niña, a la que puso de nombre Drusila, Julia Drusila, pues le gustaba arañar los ojos a otros niños, eso le satisfacía plenamente y por eso pensaba que la hija era suya sin duda alguna, una niña que le gustaba ya provocar el mal, el daño en los demás, debía ser hija de Calígula.

 

Nos encontramos en el año treinta y siete, el dieciséis de Marzo del año treinta y siete, Calígula está a punto de ser nombrado emperador y todo por la muerte de Tiberio, sí, Tiberio iba a morir, en uno de los habituales excesos de Tiberio, excesos de… de sexo, excesos de vino y de comida, el emperador entra en coma, queda postrado, aletargado en su cama, los pretorianos estaban apesadumbrados, están temerosos, ¿qué pasará? se cuestiona incluso la propia realidad del imperio, sí, el emperador está en coma y todos piensan en Calígula, en el heredero, porque Tiberio había tenido que adoptar a Calígula, también estaba Tiberio Gemelo pero ése no contaba tanto, era muy pequeño, el hijo de Germánico era el ideal, los legionarios querían al hijo del héroe, querían que fuera su emperador y Tiberio estaba en coma, Tiberio no despertaba, pero cuando estaban a punto de realizarse los fastos por la proclamación de Calígula, Tiberio despertó, despertó en su cama, Calígula, conocedor del hecho – y aquí entra también en juego la leyenda, porque nunca se sabrá realmente lo que ocurrió –Calígula al parecer ordenó el asesinato de Tiberio, aunque otros dicen – y esto hay quien lo asegura muy firmemente – que fue el propio Calígula el que llegó a la estancia del in... del emperador y él mismo le estranguló, le asfixió. Acabó con la vida de Tiberio, de su protector, nadie podía impedir ya que Calígula fuera elevado a la categoría de emperador, el Imperato, eso se produjo el dieciocho de Marzo del año treinta y siete, tenía veinticuatro años.

 

Comenzaba el imperio del terror, tres años, diez meses y ocho días, y los comienzos no fueron malos, los legionarios, la guardia pretoriana pues vitoreó a su nuevo imperato, a su nuevo emperador, estaban contentos, era el hijo de Germánico, era el hijo de un gran general, seguro que eso lo llevaría en la sangre, pero la sangre de Calígula estaba emponzoñada, estaba envenenada y llegamos a la fatalidad, antes de esa fatalidad, antes de ese Octubre del treinta y siete, hay que decir que en los primeros seis meses de Calígula, sí que es cierto que abría un poco la mano, Tiberio había sido muy tacaño, excesivamente tacaño, había guardado minuciosamente miles de millones de sestercios, Calígula… eh...levantó prohibiciones, por ejemplo, Tiberio había prohibido los juegos porque eran muy caros, pero Calígula quiso celebrar su proclamación y empezó a permitir juegos por toda Roma, por todo el imperio, además, bajo los tributos y permitió algunas libertades, por ejemplo, a la aristocracia y a la clase militar, eso le granjeó muchísimas amistades, todos estaban convencidos de que habían hecho lo mejor, habían dejado llegar al poder al gran Calígula, se las prometían muy felices, Roma estaba esplendorosa, los juegos vibraban o hacían vibrar al populacho y Calígula disfrutaba enormemente, fue entonces cuando empezó a concebir la idea de la divinidad, un emperador tan magnánimo con su pueblo, un emperador tan condescendiente con su pueblo, ¿acaso no merece ser dios? Siempre a los... a los gobernantes… eh... se les había entregado esa categoría de divinidad pero una vez fallecidos, pero, ¿por qué no serlo vivo? ¿Porqué no hacer un dios vivo? ¿Acaso Roma no es el poder más grande de la Tierra? ¿Acaso Roma no domina al mundo conocido? ¿Por qué no puedo ser dios de todos los que domino?

 

Eso durante los primeros seis meses, pero en Octubre del año treinta y siete, con veinticinco años, Calígula entró en una crisis severísima, nadie supo dar explicación de lo que le estaba pasando al imperatos, la espuma inundaba su boca, los temblores recorrían el cuerpo, la mirada quedaba desorbitada y perdida en el infinito, nadie sabía lo que le estaba pasando a Calígula. ¿Acaso nuestro emperador está a punto de morir? Siglos más tarde, la ciencia y ya incluso los propios cronistas de la época hablaban de epilepsia, pero hay tres hipótesis para explicar la... la fatalidad que inundó el cerebro de Calígula, una nos hablaría de la encefalitis, una inflamación aguda, severísima del cerebro para la que entonces no había… no había cura posible, la encefalitis ponía a la víctima, ponía al enfermo al borde de la locura, esa es una... de las explicaciones que se ha dado al comportamiento de Calígula. Otra hipótesis nos hablaría de la esquizofrenia, tampoco había explicación, los esquizofrénicos incluso se creía que estaban tocados por los seres endemoniados. La hipótesis más loable, la más certera, nos puede hablar de una epilepsia al lóbulo temporal, que además, los síntomas son muy parecidos a los de la esquizofrenia, esa epilepsia acompañaría a Calígula durante toda su vida, tuvo frecuentes accesos, tuvo muchas recaídas y siempre tardaba horas, días en recuperarse y después de cada ataque de epilepsia volvía con más ferocidad al mundo real. Apenas podía dormir, tan sólo el día que lo conseguía podía dormir unas tres horas, tres horas era lo máximo y además tres horas llenas, cubiertas por la pesadilla, cubiertas por… mente disparatada, cubiertas por un sentimiento de maldad, monstruos que le visitaban cada noche, él decía: "me vienen a visitar los monstruos y me indican que siga, que siga dominando, matando, odiando.” Como podeís observar, una mente…eh... atormentada, una mente llena de traumas posiblemente infantiles, una mente llena de complejidad. ¿Pero estaba loco Calígula? No hay que descartar ese tema, no hay que descartar esa hipótesis, pero también hay que pensar que era una... una época llena de rencor, llena de traición, llena de sublevaciones, no hay que descartar entonces que Calígula lo único que pretendía era... fuera limpiar de enemigos todo su entorno, tal y como había hecho Tiberio, tal y como había hecho Octavio, pero lo llevó a un extremo tan cruel que no es de extrañar que haya pasado por eso a la historia, fijaos que él… eh... como ser ha dicho era alto, desgarbado y velludo con todo el cuerpo cubierto por el vello y calvo y esto provocaba que mirara con envidia a los jóvenes, a los propios jóvenes de su edad que tenían una hermosa cabellera, cuando iba por una calle y veía a un joven de hermosa cabellera ordenaba inmediatamente que le pelaran al cero, que le dejaran calvo como él, que nadie tuviera una cabellera hermosa, por ejemplo, prohibió bajo pena de muerte la palabra “cabra”, no se podía pronunciar la palabra “cabra” en su presencia, y es muy sencillo, él pensaba que se parecía a una cabra, las cabras que eran patilargas y velludas, pues él cuando las veía, cuando las miraba, tenía la… la sensación de ser como ellas, de ser una cabra, por eso cada uno, cada uno que dijera “cabra” moría ejecutado. Así era la mente de Calígula, comenzaron los desmanes del mes de Octubre del año treinta y siete, en tan sólo un año de mandato se gastó tres mil millones de sestercios, eso es más o menos como todo el tesoro que tenía Roma, tres mil millones de sestercios. Mandó construir una nave, un barco con incrustaciones de joyas y oro, un barco para él, para sus paseos.

 

Los dispendios eran exageradísimos, empezó a quedarse sin dinero, sin sestercios, así que… eh... subió, elevó los tributos, hizo pagar impuestos a las prostitutas, incluso creó un prostíbulo en el propio palacio imperial, así…eh... no necesitaba cobrar impuestos porque ya era el propio empresario… eh...era, yo digo, amigo de las prostitutas, pero claro, esas tenían que pagar los... los ***.

 

También…eh... pues ideó una fórmula amistosa para heredar todas las fortunas de Roma, cuando se enteraba que algún aristócrata se había enriquecido, cuando constataba que alguien era más rico de lo normal, le ordenaba directamente que le nombrara su heredero, así Calígula se convirtió en el heredero de toda Roma, cada vez que fallecía – porque lo normal que nada mas proclamarme, proclamarle su heredero, el rico falleciera por asesinato normalmente – pues claro, Calígula ordenaba que rápidamente la fortuna del fallecido pasara a su... a su arca. Fijaos el clima de psicosis, el clima de histeria que se iba generando en la sociedad romana, todos estaban atemorizados, todos estaban acongojados por la actitud de Calígula y éste no parecía parar, no quería parar. ¿Hasta dónde sería capaz? ¿De qué sería capaz?

 

Calígula el temible, Calígula el temido, Calígula el insaciable, se fijó en su hermana, en su querida hermana Drusila, con ella concibió un imperio, un imperio grande, inmenso dominado por los dos dioses, sí, porque iban a ser dioses, Drusila quedó embarazada, quizás las circunstancias – vamos a decirlo todo – eh...porque… eh... Calígula había... realizado, había practicado el acto sexual con sus tres hermanas, las tres, sí, porque las dos primeras – luego que las condenaría por cierto a... a cárcel, a prisión en una isla, una isla recóndita – bueno, las dos primeras nada, pero la última… eh... Drusila, la más joven, pues Calígula estaba enamorado profundamente de su hermana y se casó con ella, como no estaba permitido casarse entre hermanos, pues buscó en los rituales tolemaicos… eh... los rituales llevados por Alejandro Magno a Egipto y buscó en Egipto la solución a su problema y encontró que efectivamente en esos rituales tolemaicos, los hermanos se podían casar, tal y como lo había hecho Cleopatra y su hermano. Bueno, pues ordenó un ritual, un ritual tolemaico y se casó con Drusila. Drusila tenía más miedo que vergüenza y quedó embarazada, aquí viene algo terrible en la historia de Calígula. Calígula que también… eh... se presumía que tenía ataques de ansiedad, pues tenía eso, una terrible ansiedad, un terrible estrés por saber cómo sería su heredero, no pudo esperar, Drusila estaba embarazada de ocho meses, en una noche, en una noche terrible, Calígula se presentó en los aposentos de Drusila y sin mediar palabra – o si lo hizo tampoco se supo – rajó de arriba a abajo a su hermana, rajó a su hermana y extrajo el feto, de esa manera acabó la dulce Drusila y su heredero, porque los dos murieron. Una historia tremenda. Le gustaba por ejemplo… eh... ya que estaba en... muy metido en todo lo que fue la... la sociedad alejandrina, la sociedad tolemaica en Egipto, le gustaba disolver perlas, perlas y... y comerlas con… con vinagre, cogía un vaso de vinagre, disolvía las perlas y se lo tomaba, pensaba que le venía muy bien, porque lo había aprendido de lo que hacía Cleopatra, Cleopatra hacía lo mismo, tomaba esas perlas disueltas en vinagre, bueno, pues durante toda su vida… eh... Calígula estuvo tomando perlas disueltas y ah, qué fortuna se bebió el... el señorito, perlas con vinagre, eso era lo que tomaba, era su bebida favorita, pero también le gustaba comer y comía con una de sus mayores distracciones, esta... distracción no era otra sino la de colocar… eh... presos, presos delante de su mesa y mientras que él ingería las viandas, mientras que él bebía vino, pues se reía a mandíbula batiente viendo como torturaban a esos presos, queda reflejado en una crónica que en una ocasión mandó cortar las manos a un preso y con esas manos ordenó crear una especie de colgante, un colgante que colocaron en el cuello del… del infortunado, hicieron a este pobre hombre pasearse delante de la mesa de Calígula y éste, pues mientras que veía al preso desangrarse se lo pasaba pipa comiendo, comiendo y comiendo. Eso cuando no practicaba el acto sexual delante del verdugo y del torturado. Le gustaba mucho deshacer bodas, fue el caso de… de su tercera mujer, cuando... en el día de su boda estaba a punto de desposarse con el elegido, se presentó en la boda, ordenó parar la ceremonia y dijo: "esta mujer será para mí, y así se va a quedar.” Cuando tenía un banquete, cuando tenía una celebración y… y uno se fijaba en la... en la mujer de algún amigo, la elegía, la señalaba, indicaba un aposento, se iba con ella y si no le placía, si no disfrutaba con el sexo, si no le gustaba la señora en cuestión, ordenaba que inmediatamente su amigo se divorciara de ella porque si no servía para el emperador, pues tampoco por ende para él.

 

Todos sentían miedo ante la presencia de Calígula. Había una frase protocolaria, una frase que decían todos los ciudadanos de Roma ante el emperador que más o menos venía a decir: "emperador, yo por ti daría mi vida en el circo" era una frase protocolaria, no tenía más sentido, simplemente por decir que estarían dispuestos a ofrecer su vida por el emperador, lo que pasa que en presencia de Calígula esto, pues no sé si era muy adecuado, porque efectivamente, muchas veces tomaba la palabra. Llegaba el aristócrata, el senador de turno, decía la famosa frase "emperador, yo por ti daría mi vida en el circo, en las arenas del circo" y Calígula decía sin inmutarse:"hazlo".

 

Y ya os puedes figurar cómo terminaba el senador o el aristócrata o quien fuera, porque... era otra de sus distracciones pues… eh... mandar a... a las minas o a la construcción de calzadas a los senadores más reacios a su régimen de terror, se lo pasaba pipa. En una ocasión… eh... ante la inauguración de un puente, invitó a muchísimos, a muchísimos notables de la ciudad a subir a un barco, a su gran barco, a su barco con incrustaciones de… de metales preciosos, oro, plata, joyas y cuando estaba el barco a rebozar de gente en mitad del río, ordenó lanzarles a todos al agua, los lanzaron al agua, muchos murieron ahogados, otros intentaron subir al barco pero bueno… eh... la orden que dio Calígula fue: "dadles con los remos"

 

Y así cientos, miles de víctimas durante sus casi cuatro años, claro, un hombre tan… eh... grande, tenía que ser una divinidad, tenía que ser un dios, el alter ego de Júpiter nada más y nada menos, ordenó levantar un templo en su honor, era un dios viviente, el primer dios viviente de Roma, una imagen de oro, una estatua de oro, un fiel reflejo de Calígula – hombre, supongo que algo... más retocada, ¿no? – la orden era muy tajante: “todos los días, la estatua debe ser vestida con un ropaje idéntico al que yo me ponga,” os podéis imaginar cómo eran las mañanas en Roma, todos pendientes de la ropa del emperador, para ir corriendo a la estatua del templo y colocarle el mismo ropaje. Dicen que Calígula se encargaba todos los días de comprobar que la estatua llevaba su misma ropa.

 

Luego, pues nos asombraba a todos con sus conversaciones. Sus conversaciones con las deidades, en las noches hablaba a la luna, le daba consejos, le mandaba recuerdos, le pedía alguna cosa, pero su... su momento más emocionante era cuando hablaba con Júpiter – ¿para que nos vamos a andar con carandajas? – hablaba con Júpiter, le decía: "súbeme o te hundiré" le trataba de tú a tú, claro, eran iguales, en una ocasión le preguntó un senador, le dijo: "¿tú puedes ver a la luna? ¿Tú puedes ver… eh... la diosa luna? ¿Tú puedes ver a Júpiter?" eh... claro… eh... Calígula se lo dijo en un tono como para que el senador dijera: "pues sí, sí, sí... eh... y están a tu lado,es maravilloso comprobar como sois los dioses," pero no, el senador era veterano, era inteligente y dijo: "no, señor, no, emperador, no puedo verles, eso sólo es un privilegio de vosotros los dioses vivos." Eso le salvó, pues claro, reconoció que su emperador era un dios viviente.

 

Tenía un caballo, la famosa... la famosa historia del caballo, un caballo al que mandó crear para él, mandó construir para él una cuadra de mármol, de mármol puro, el pesebre de ese caballo era de marfil, de marfil auténtico, de marfil... inmenso, majestuoso, el caballo era su mejor caballo de carreras, se llamaba Incitatus. Incitatus era veloz como el viento, galopaba con equilibrio, el equilibrio que le faltaba a su dueño. Tenía mantones púrpura, tenía joyas, incluso el propio Calígula comentó muy ufano, muy divertido, que le iba a nombrar cónsul, que sin duda alguna su caballo Incitatus era más inteligente que sus cónsules o senadores.

 

No sabemos qué fue de Incitatus, espero que corriera muy bien, porque supongo quea la mínima… a la mínima traba, Incitatus se quedaría sin pesebre de marfil, elfamoso caballo de Calígula, Incitatus.

 

No era buen militar, pero tuvo que hacer una campaña claro, sus predecesores habían hecho estupendas y magníficas campañas militares, él en consecuencia ordenó movilizar dos legiones y con ellas en el año treinta y nueve partió rumbo a Germania. El principal propósito era conquistar Britania, pero no lo consiguió, no se sabe si por miedo o por vergüenza, o porque no tenía suficientes efectivos, como que no estaban... motivados. Lo cierto que la campaña militar, la única campaña militar de Calígula se convirtió en una farsa, en una obra teatral, no consiguió apenas victorias y lo único que hizo destacado fue decir a sus legionarios – cuando llegaron a la costa – que recogieran un montón enorme, un montón y gente de conchas marinas, luego, a su regreso, capturó algunos galos, los irrebatibles galos de siempre, y bueno, pues para hacer ver como que había derrotado a los germanos – cosa que no... no había sido así – pues ordenó disfrazarlos de germanos y con esa farsa se presentó en Roma.

 

Dicen que volvió más agrio que nunca. Había fracasado como militar y su padre Germánico, su padre había sido el mejor militar de Roma. Calígula estaba atormentado, comido por la enfermedad, comido por la locura y encima fracasado como hijo al no poder emular al padre.

 

Estaba destrozado, ya no estaba con él Drusila, no tenía nada a lo que aferrarse, y empezó a cebar su odio con la población de Roma, ejecutaba, masacraba, torturaba, los pretorianos no lo podían soportar, veían comprometida incluso su propia existencia.

 

En una de las últimas conspiraciones, los pretorianos entraron en conjura, “no levamos a consentir, no le vamos a permitir ni una sola más.”

 

Nos encontramos en el mes de Enero del año cuarenta y uno, Calígula, Cayo César, tiene veintiocho años, tan solo veintiocho años, y a sus espaldas miles de víctimas, después de la celebración de unos juegos palatinos, Calígula se dirige hacia sus estancias de sus aposentos, en un estrecho pasillo le esperan algunos miembros de la guardia pretoriana.

 

Sin esperar más, viendo cómo llegaba al cuerpo de aquel larguirucho emperador, de aquel cruel emperador, un legionario le seccionó parte del cuello, otro le hundió su espada en el pecho y finalmente hasta treinta, hasta treinta cortes recibió Calígula.

 

La frase del primer guardia pretoriano, del primer pretoriano fue: "aquí está lo que habíamos acordado" eso fue lo primero que dijo uno, los demás le masacraron al grito de "dale una vez más, dale una vez más, dale una vez más," era una de las frases favoritas de Calígula en el circo romano. Le gustaba mucho el circo, le gustaban mucho los gladiadores. Una de sus distracciones, por cierto, era cuando daba el sol, cuando el sol se presentaba con su máximo poder, era quitar los toldos para que el sol cayera a plomo entre la muchedumbre, se provocaban insolaciones, se caían los cuerpos y Calígula lo pasaba muy bien. Otro de los juegos era lanzar alguna riqueza, algún oro sobre los senadores para provocar avalanchas humanas y que murieran decenas de personas, y su frase "dale una vez más" con esa murió el terrible, el déspota, el cruel Calígula.

 

Los pretorianos buscaron por palacio, Calígula había muerto, las siguientes víctimas de los pretorianos fueron la última mujer y la hija de Calígula, esa misma noche murieron los tres, pero... el imperio estaba comprometido porque ya se hablaba de... pues de los eruditos, ya se hablaba muy alto sobre la instauración, la restauración de la república, los pretorianos no lo podían consentir, era la facción más dura del ejército, no podían consentir que regresara la república. Los pretorianos buscaron – porque sabían que había alguien en palacio, alguien que podía subir el imperio romano, el mando del imperio romano – y lo encontraron lloriqueando detrás de unas cortinas, era Claudio. Claudio era tío de Calígula y Calígula no había... no se había desecho de su tío porque le divertía mucho, Calígulo eh... eh... Calígula pues siempre buscaba diversión y en su tío Claudio la había encontrado, Claudio era cojo, era tartamudo, tenía muchos tics y eso provocaba la diversión del joven, eso le permitió a Claudio seguir vivo y eso permitió a Claudio llegar a ser emperador, era el único que quedaba con vida de toda la dinastía Julio Claudio, los pretorianos lo sabían y por eso le habían elegido como emperador títere.

 

Los pretorianos nombraron, proclamaron a Claudio, Claudio no fue tan tonto como se pensaba y durante unos años supo aguantar hasta que finalmente murió envenenado como tantos, las setas fueron en esta ocasión.

 

La historia del imperio romano, la historia de ese primer siglo después de Cristo, la historia del atroz Calígula, las pequeñas sandalias prebeteadas que tanto hicieron padecer a las calzadas del imperio romano.