Experimentos efectuados en aviones o cohetes habían demostrado ya que, bajo la influencia de la aceleración debida a la gravedad, un reloj desacelera su "tic tac" con respecto a un reloj que permanece en Tierra, tal y como predecía la teoría de la relatividad del físico Albert Einstein en 1915. Ahora, su hipótesis ha sido verificada con una precisión 10.000 veces mayor que cualquier prueba precedente.
“Los resultados demuestran una vez más que la teoría formulada por Einstein describe muy bien el mundo real”, ha asegurado Holfer Müller, físico de la Universidad de California y coautor del estudio que hoy publica la revista Nature . “Este experimento demuestra que la gravedad altera el flujo del tiempo”, añade.
Para probarlo, Müller y su equipo usaron relojes con átomos de cesio atrapados gracias a lásers fríos. En un experimento que duró solamente 0,3 segundos, comprobaron que la diferencia de trascurso de tiempo entre un átomo de cesio que caía 0,1 milímetros bajo el efecto de la gravedad y el mismo átomo en reposo pudo ser medida con extrema precisión: una fracción de segundo equivalente a un decimal precedido por 28 ceros.
Implicaciones para los satélites GPS Lejos de ser puramente teóricos, los resultados de los nuevos experimentos tienen implicaciones para los satélites del sistema GPS, que necesitan relojes muy exactos. “Usando nuestros mejores relojes (con 17 dígitos de precisión) los satélites podrían determinar la posición con precisión milimétrica", asegura Müller. Pero un aumento de la altitud de solamente un metro bastaría para reducir levemente esta precisión, ya que todo alejamiento del centro de la Tierra disminuye la gravedad, señala el investigador. Por eso es fundamental conocer la influencia de la gravedad.
Los autores del estudio aseguran que el experimento demuestra “la clarividencia de Einstein al afirmar que la gravedad es una manifestación de la curva espacio-tiempo, que se puede considerar uno de los grandes descubrimientos de la humanidad”.