Para ser un lingüista usted debe superar las distintas formas de resistencia al aprendizaje de idiomas. Una relación personal o una experiencia positiva inesperada pueden ser la clave para superar esta barrera mental hacia una nueva cultura.
Recuerdo un hecho sucedido en Japón hace 20 años. Estaba vendiendo madera para un importante exportador canadiense. Teníamos problemas para que nuestros aserraderos produjeran la calidad esperada por los clientes japoneses. Hicimos viajar a Japón a nuestro supervisor de calidad para que pudiera entender mejor las necesidades del cliente.
Los primeros días fueron un desastre. Nuestro hombre provenía de un pequeño pueblo en Canadá y toda su vida había trabajado en la clasificación y calidad de la madera. Sabía exactamente como clasificar la madera y estaba convencido de que no era cuestión de ajustar los estándares de nuestros aserraderos a las necesidades del cliente sino de mostrarle al cliente por qué estaba equivocado. En otras palabras, nuestro experto en clasificación tenía una mente cerrada cuando se trataba de entender los puntos de vista de nuestros clientes.
Una noche fuimos a la ciudad a tomar unos tragos. Fuimos a uno de los bares de Japón donde las jóvenes señoritas proporcionan diversión mediante halagos y conversaciones frívolas. Una bella señorita le preguntó a nuestro inspector clasificador si hablaba japonés. Él la miró embobado y respondió: “No, pero puedo aprender”. Pasó una noche maravillosa en ese bar.
Al día siguiente comenzó a considerar los puntos de vista de los clientes japoneses y pudo desarrollar una nueva y exitosa clasificación japonesa de la madera. Ésta es la clase de sucesos que debería ocurrirle a todos los estudiantes para atenuar la resistencia e incrementar el interés por el idioma. La mejor oportunidad para romper la resistencia a un idioma nuevo es hacer amigos que hablen ese idioma.
Por otra parte, están los que quieren aprender otro idioma y no se resisten a él. Aun así, no se convierten en lingüistas. Tienen otro problema: temen cometer errores. Estas personas se presionan a sí mismas para lograr la exactitud o la perfección en una etapa en la que no están familiarizados con el idioma, y no pueden imaginarse a sí mismos utilizándolo cómodamente. Esto es contraproducente e inhibe sus aptitudes para comunicarse ya que los cohíbe. Si está dispuesto a comunicarse en su nivel, aun con errores, comenzará a tener la confianza y la motivación para mejorar. La pronunciación, la gramática y el vocabulario serán aprendidos naturalmente en el momento oportuno.
Comunicándome y cometiendo errores pude aprender y mejorar. Hace unos 40 años, en una clase de la universidad en Francia, estaba haciendo una presentación oral. Cuando quería decir la palabra “responsible”, la decía con “i” como en inglés, en lugar de decir “responsable” con “a” como es en francés. Cada vez que pronunciaba mal la palabra se oían risas en el aula. Más tarde me di cuenta de que se reían de mi mala pronunciación. Pero no me molestaba que la gente se riera de mí. Yo estaba completamente concentrado en mi presentación y en transmitir el significado. Ignoré el motivo de las risas durante un tiempo pero fueron de gran ayuda para mí. Ahora, ya no cometo ese error.
Trate de liberarse del deseo de lograr la perfección, eso es vanidad y sólo retrasará su progreso. En cambio, busque comunicarse naturalmente y disfrutar. Aunque un tanto desparejo, su progreso será continuo. Debe convencerse de que tiene la habilidad para comunicarse en el idioma nuevo y de que utilizando el método correcto alcanzará sus objetivos. Como sucede con los deportes, la confianza es un ingrediente importante para el éxito.
En un libro muy útil sobre golf, Robert J. Rotella no habla sobre las técnicas del golf sino sobre el desarrollo de la actitud necesaria para poder jugarlo. El libro se llama El Golf no es el Juego de la Perfección . En el golf, tratar de ser perfecto perjudica la diversión y la confianza, y por lo tanto hace que el rendimiento sea bajo. Lo mismo sucede con el aprendizaje de idiomas. La práctica es importante para mejorar en el golf, pero lo fundamental es salir y disfrutar del juego sin importar el resultado. No tiene sentido pasar todo el tiempo en los campos de práctica.
Para ser un lingüista hay que disfrutar del mero hecho de poder comunicarse en un idioma nuevo sin importar el nivel de cada uno. No pierda su tiempo en vano tratando de dominar el idioma desde las reglas gramaticales y las listas de vocabulario. No disfrutará de esta tediosa forma de estudio y tampoco funcionará.