El indicativo es el tiempo verbal de la realidad, de la certeza.
El subjuntivo, en cambio, se usa para expresar la irrealidad o la realidad vista a través de las emociones o los juicios de valor de una persona. Es decir, se usa para indicar necesidad, posibilidad, deseo o emoción.
En oraciones subordinadas, es decir, cuando el verbo principal influye sobre el verbo subordinado (la segunda oración o dependiente), éste se pone en subjuntivo si el sujeto de la principal y el sujeto de la subordinada son diferentes. En cambio, si el sujeto de los dos verbos u oraciones es el mismo, usamos el infinitivo en la frase subordinada.
Ejemplo: (Yo) quiero que (tú) cantes muy bien -> El sujeto de la primera oración es “yo” y el sujeto de la segunda oración es “tú” Otro ejemplo: Quiero cantar muy bien -> Sólo hay un sujeto, yo, por eso usamos el infinitivo.